No hay componentes mas caros en una bici de montaña que las suspensiones, y posiblemente pocos tan delicados.
Si hablamos de ir a dar botes por el monte nada vais a agradecer mas que una buena doble, y cuidarla como es debido puede ahorraros mucho dinero y disgustos.
En una suspensión encontramos resortes y amortiguadores que se comprimen y expanden absorbiendo, liberando y disipando energía. Algunas piezas como muelles de acero no necesitan ningún mantenimiento, otras como los cartuchos de aceite, van bien protegidos y sellados. Sin embargo hay elementos muy expuestos a los que conviene prestar atención. Son aquellos elementos exteriores que soportan las cargas no deseadas guiando el movimiento axial de los delicados mecanismos interiores, y que protegen al sistema del agua y la suciedad.
Por eso las barras y cilindros hay que mantenerlos limpios y de vez en cuando hacer un mantenimiento básico cambiando retenes y aceite.
Te estaras preguntando cada cuanto hay que hacer el manatenimiento .
Naturalmente, ningún ciclista lleva el conteo de cuánto tiempo va a montar y qué tanto dura cada rodada que hace, por eso, como estrategia general, se recomienda que el proceso de limpieza y verificación de las piezas de la suspensión se haga una vez al año sin falta.
Ya sea que se use o no con regularidad la bicicleta, es necesario hacer el mantenimiento anualmente. El rendimiento de tu bici, de tu ruta en general, dependerá en qué condiciones esté cada pieza de la bici y, como si fuera poco, de la vida útil en general de los demás componentes. El tiempo de uso no es únicamente el factor clave para tener en cuenta una limpieza y restauración de piezas, sino, además, los terrenos en los que se ha salido a montar, el tipo de rutas que has hecho, ya que, sin darte cuenta, la bici va guardando partículas de mugre, arena y suciedad que va desgastando partes como la horquilla y amortiguador si no haces el debido mantenimiento.
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En algunos casos, se sugiere que se haga una revisión y limpieza básica, mientras que, según expertos, si eres un ciclista aficionado y usas tu bici con regularidad, es necesario un mantenimiento más profundo y completo. Es decir, cuando hablamos de un mantenimiento básico, nos referimos a desmontar la rueda, quitar las botellas de las barras, limpiar por dentro y por fuera con abunda jabón y agua, cambiar (si es necesario) los retenes y anillos y aplicar aceites donde sea necesario. Ahora bien, cuando hacemos referencia a una limpieza profunda y completa (que es lo recomendable para un ciclista aficionado) es lo dicho anteriormente y, por supuesto, la revisión y ajuste de los circuitos hidráulicos y cámaras de aire.